Ese es el primer mandamiento de todo estudiante, por desgracia todos no lo cumplen.
Todo empezó hace dos años cuando la profesora de un chico finlandés de 15 años decidió demostraba sus dotes artísticos en una fiesta karoke en la cual decidió cantar a nada mas y nada menos que Bon Jovi. Misteriosamente el chico estaba en la misma fiesta y decidió grabar el acto para luego echarse unas risas con los colegas (lo típico).
Entonces fue cuando unas luces iluminaron el cerebro de este chico, que no tenía otra cosa que hacer que subir a Youtube un vídeo de su profesora cantando Bon Jovi (agradecería si alguien tiene el vídeo ya que en Youtube no está). La profesora demandó al chico y la justicia le ordenó que pagase 90€ de multa, 800€ de daños y perjuicios y €2,200 de costos del juicio. ¿Qué gran iluminación no =P?
vía | ars technica